10 noviembre 2006

"- También yo advertí por entonces algo muy singular - confirmé -. Desde el momento en que empezamos a interesarnos uno por otro, te fuiste acercando cada vez más a mí. ¿Cómo fue? Al principio no viniste, desde luego, a sentarte a mi lado, sino que te sentaste un par de veces delante de mí, ¿no? ¿Cómo lo hiciste?
- Las cosas pasaron así. Cuando comencé a sentir el deseo de mudar de sitiono sabía aún fijamente a donde quería ir a parar. Sabía tan solo que quería sentarme más atrás. Mi voluntad era reunirme contigo, pero no se había hecho consciente aún. Al mismo tiempo, tu voluntad tiró de mi, ayudando a la mía. Sólo cuando llegué a sentarme delante de ti noté que mi deseo se había cumplido ya a medias, y me dí cuenta de que todos mis manejos habían obedecido al propósito de ir a sentame a tu lado.
- Pero entonces no se te presentó ningún alumno nuevo que te facilitase el cambio de sitio.
- No. Pero hice simplemente lo que quería, y me senté de buenas a primeras junto a ti. El alumno con quien cambié de sitio se quedó un poco asombrado; pero me hacer. Y el párroco advirtió que allí había pasado algo; pero no supo qué. En general, siempre que se dirige a mí en la clase, nota algo raro que le inquieta ocultamente. Sabe que me llamo Demian y que empezando mi apellido con una D no es regular que me siente que me siente en los últimos bancos, junto a la S. Pero esta representación no acaba de penetrar hasta su conciencia, porque mi voluntad se opone a ello y se lo impide siempre de nuevo. El buen señor advierte algo raro cada vez que me ve a tu lado y comienza a cavilar. Entonces empleo un medio muy sencillo. Le miro fijamente a los ojos. Hay muy poca gente que lo aguante bien. La mayoría se intranquiliza.Cuando quieras conseguir algo de una persona y veas que conserva toda su calma al mirarla de pronto resueltamente a los ojos, puedes ir renunciando a tus deseos. ¡Nunca conseguirás nada de ella! Pero no es lo frecuente. Por mi parte, sólo sé de una persona que se resista siempre.
- ¿Quién es? - pregunté rápido.
Demian me miró entornando un poco los ojos, como siempre que reflexionaba intensamente, y volvió luego la vista a otro lado, sin responderme. A pesar de mi viva curiosidad, no me atreví a repetir la pregunta."

Demian - Hermann Hesse

1 Comments:

At 8:17 p. m., Blogger Ay Rocío... said...

Asi no mas se descarta?


un besote!!!

 

Publicar un comentario

<< Home